LA CARCEL

En la inútil vigilia
que me mantiene despierta,
entono cada noche
el canto de un pájaro enjaulado
al compás que marco en el teclado.
La Araña seduce mis sentidos
me atrapa en su red devoradora!
limita mis fuerzas!
inmoviliza mis alas!
Soy la carcelera de mi propio cautiverio,
la que guarda la llave que abre los grilletes,
la que nunca los abre!
maldiciéndome cada madrugada.
Es tan fácil escapar...
que me resulta imposible!
Sigo mirando la ventana equivocada,
alimentando un único sentido.
No huelo, no toco, no paladeo, no oigo...
Mirar se convirtió en mi peor ceguera!
Soy la peor de las cautivas,
la que no prepara su fuga,
cuando por una vez sería tan sencillo
como no mover ni un solo dedo!