FUGITIVA

Fugitiva de cualquier velatorio,
me escapo del entierro del deseo,
asesinado por la indiferencia,
corriendo al rocoso acantilado
que me brinda un nuevo amanecer.

Fugitiva de cualquier desigualdad,
avanzo en dirección contraria
a los arañazos de tus palabras,
que ya no reconfortan
ni encienden mis sentidos.

Fugitiva de cualquier protagonismo,
dejo el guión de artista invitada
sobre las cenizas del fuego consumido,
preparando el terreno fértil,
donde prenda de nuevo la llama.

Fugitiva de las luces deslumbrantes,
retiro la vista del resplandor que ciega
y no calienta mis inviernos,
apresurándome al oleaje que refresque
la sequedad de mi piel cansada.

Fugitiva en cualquier cárcel,
limo sigilosa los barrotes,
ante la atenta mirada del carcelero
para desaparecer ante sus ojos,
en la huida que me agota y me renueva.

Fugitiva y siempre agradecida,
tesorera de todos los recuerdos,
dejo morir de hambre las penas,
alimentando la anémica alegría
para volver a oir sus carcajadas.

Fugitiva cada día de mi misma,
rehén de mis propias esperanzas,
Busco aquello que me encuentro
en los senderos que crean cada paso,
caminando hacia la ansiada libertad.