EL JARDÍN SECRETO

Aún está creciendo el roble
en el jardín secreto,
con su manto de retorcidas raices
se asegura en la tierra
que le desestabiliza.

Los nudos del tronco
fortalecen su corteza,
el viento huracanado
que acompaña cada nueva tempestad
arranca sus hojas en remolinos.

Hojas que vuelan en el caos
sin llegar a caer nunca,
mientras las que resisten
danzan sinuosas en la brisa,
recuerdo del paso de la tormenta.

Descansa el viajero en su sombra,
descansa el amigo que comparte
la locura extraída de Alejandra
que perfila el mágico paisaje
del jardín secreto.

NECROSIS

vientre inutil,
incapaz de dar cobijo
a la carne necrosada,

cordón umbilical convertido en soga,
ahorcando cualquier vestigio de vida
en mis entrañas,

la ausencia de latidos estancó
la sangre que no me pertenecía,
ofreciendo tu imagen de huesos retorcidos.

No pude engañarte
disfrazándome de viva
porque no lo estaba,

sólo el goteo de la química
logró expulsarte de mi vientre,
cobijo de tu carne necrosada.

EL LECHO DEL AUSENTE

Donde susurran las mentiras sus verdades
y las experiencias amortajan,
donde la libertad toma forma de carcelero
y descansa el olvido de mis recuerdos,
donde el calor se vuelve gélido
y me abraza el frio que dejan las ausencias,
donde aturden los gritos del silencio
y acaricia cada bofetada,
ahí, ahí mismo, no en ninguna otra parte,
descanso y me ausento.
ahí mismo, la que no soy se levanta,
resiste y se involucra,
pero siempre y para siempre ausente.